viernes, 3 de octubre de 2008

El billar puede ser una profesión, más allá del 'hobbie'

Jugadores que han dedicado su vida a esta disciplina cuentan las razones que los condujeron a esta práctica, a la que dedican hasta más de ocho horas diarias.
"Para mi el billar dejó de ser un pasatiempo y se convirtió en mi forma de vida cuando tenía más o menos veinte años porque sentía facilidad para realizarlo", asegura Eleazar Ramírez, múltiple campeón de torneos nacionales e internacionales de billar a tres bandas.
Aunque Ramírez es un deportista bastante reconocido en su oficio, dice que "es muy difícil vivir de esta profesión porque los dirigentes no ayudan, como pasa con todos los deportes, hay que buscar apoyo de los privados".

Jaime Bedoya, Pedro González, Juan Puentes y Eleazar Ramírez, entre otros, hacen parte de un grupo de jugadores "revelados" contra los dirigentes y no se han presentado en los torneos organizados por ellos, por lo que sus puestos en el ranking han descendido.
Según González, "es mejor hacer parte de los torneos relámpago que se hacen en los diferentes club de Bogotá o de cualquier ciudad".
"Hace un mes estuve en un Gran Prix Panamericano donde quedé tercero y mi posición en el ranking de Colombia está más allá de veinte, lo que quiere decir que en este país lo que hay es potencial, y falta de apoyo, en un deporte que cada vez coge más vuelo", asegura Eleazar.
A lo que agrega: "Lo que sucede es que el billar ya no es lo mismo de antes, cuando la mamá le prohibía a uno ir a meterse a un lugar de esos por estar llenos de vicio, ahora el billar está es pidiendo espacio para convertirse en un deporte Olímpico".


Este año en las Olimpiadas de Beijing se hará una exhibición de este deporte, para que durante las próximas justas ya sea inscrito como deporte Olímpico. "Esa es la oportunidad que siempre hemos estado esperando", explica González.
El billar es un deporte que se ha abierto mucho espacio dentro de la sociedad y que ha demostrado no ser sinónimo de vagancia y vagabundería; hoy por hoy es una profesión más, de la cual viven muchas familias colombianas.
"Este deporte no va a hacer rico a nadie, tal vez, con el apoyo necesario se podría tener un mejor nivel de vida, pues los ingresos son mínimos sí no hay un patrocinador que le colabore", lamenta Ramírez.


Estos profesionales del billar están metidos más de ocho horas diarias intentando hacer carambolas para ganarse lo del día a día.
"Se podía tomar uno más tranquilo sus cervezas de estudiante, ahora ya no porque de esto depende toda una familia, aunque una vez al año no hace daño", asegura Ramírez.
Durante los últimos años el nivel del billar, en el mundo en general, ha subido considerablemente y cada vez son más los interesados en este deporte.
Las mujeres de hoy también hacen parte de este mundo y tienen un nivel tan bueno como el de los hombres, aunque los dividan por sexos, y hacen parte de todas las modalidades del billar.
"Es interesante ver como cada vez más personas se involucran y ayudan a mejorar la imagen de este deporte", comenta Frederic Caudron, billarista Belga, que según él su mejor recuerdo es cuando quedó campeón del mundo en nuestro país.


"Colombia es un país de billaristas desde el colegio, con todas las posibilidades de mostrarse ante el mundo como una potencia, esperemos que los dirigentes sepan manejar las cosas y tenemos un buen futuro", comenta Eleazar Ramirez.
Los fines de semana se están haciendo unos torneos relámpago en el club de billares Academia Colombia con la participación de los mejores billaristas del país, la entrada es libre y el nivel impresionante.


SERGIO MARIO RUIZ PADILLA

Pontificia Universidad JaverianaPara Tiempo Universitario